Para muchas personas que no son tan planificadas, la Semana Santa igual que los días feriados agregan gastos inesperados que en algunos casos solo descuadran el presupuesto, pero que en otros crea un déficit difícil de superar. Aquí te enseñamos cómo volver al equilibrio financiero en cinco pasos.
Primero, organiza tus cuentas. Pero no las organices en tu mente, toma lápiz y papel y escribe todos los gastos generados y las deudas extras que asumiste durante estos días. También identifica en este balance tus ingresos y gastos fijos e identifica el monto del déficit. Es necesario que tengas el panorama claro de tus finanzas para poder enfrentarlo con éxito.
Segundo, identifica prioridades. Luego de que tengas claro tus gastos, deudas, los ingresos y el nivel del déficit, es importante que hagas un cálculo rápido de cuáles son los pagos prioritarios, o sea, los que no pueden esperar o los que te generan intereses que harán aumentar tu deuda.
Tercero, identificas tus gastos fijos y variables. Los gastos fijos son los que quincenal o mensualmente debes hacer, como pagar servicios, alquiler, factura eléctrica, de teléfono, etc.. Es importante que estos estén identificados y que también enlistes los gastos variables, que son en los que incurrimos en el día a día, sin que estén definidos, lo que se podrían llamar “imprevistos”, pero que más o menos, sabemos que hacemos en la cotidianidad.
Al hacer esto puedes visualiizar cuánto dinero puedes dedicar a paga las deudas o disminuir el déficit en el que has incurrido y así iniciar tu camino hacia el equilibrio financiero.
Cuarto, identifica cómo reducir los gastos. Es saludable siempre hacer la conciencia de la necesidad de reducir gastos, aunque no estemos en déficit, pues esto es la única forma de ahorrar y el ahorro junto a la inversión es la manera inequívoca de alcanzar bonanza económica, pero además, cuando has hecho gastos extra o no planificados es obligatorio reducir gastos innecesarios para volver al equilibrio financiero.
Por último, haz un plan. Con todo lo anterior claro solo te hace falta tener un plan esto claro y seguirlo al pie de la letra. Es muy difícil llegar a un lugar si no sabes a dónde vas, plantéate metas logrables y define la ruta.
El primer paso para sanear tus finanzas es saber qué es lo que quieres lograr e identificar la forma de hacerlo, prioriza y ejecuta, aunque vayas paso a paso.
Recuerda que después de los excesos viene el sacrificio, reduce al máximo tus gastos y haz el plan de recuperación, antes de que venga el próximo “desacato económico”.