Los miembros de la Defensa Civil suelen ser los sacrificados en los operativos que realiza el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) durante los asuetos, especialmente en Semana Santa.
Estos ciudadanos, en su mayoría suelen brindar sus servicios de manera voluntaria y dejando atrás su vida y su familia para velar por la seguridad de los vacacionistas.
Es el caso de Ronny Valdez Álvarez, de 34 años de edad, miembro de la Dirección Regional Este de la Defensa Civil, quien desde que tenía solo 12 años ingresó a la entidad y desde entonces ha servido al país.
Es rescatista, paramédico y pertenece a la Unidad Regional de Búsqueda y Rescate, casado, y padre de dos niños, uno de nueve años y otro de ocho meses. Esto último no le impide que cada vez que se presentan operativos especiales esté listo para ofrecer sus servicios.
“Ya llevo una semana fuera de mi casa. Estamos acuartelados desde el lunes y retornaremos el martes, si Dios lo permite. Esta labor la hago de manera voluntaria porque me gusta lo que hacemos a través de la institución”, dijo a Diario Libre.
Es que para ejercer esa labor y pertenecer a la Defensa Civil se requiere de mucho amor, sentimiento que a Ronny “no le resulta fácil explicar”.
Ronny explicó que a la Defensa Civil entran voluntarios por temporada, pero que, como organismo, están tratando de recuperar algunos que han tomado “malos rumbos” (están delinquiendo).
“Es un trabajo arduo, pero se le puede sacar provecho. Tenemos un programa que es para capacitar a los jóvenes de las escuelas, liceos y otros que son enviados por las juntas de vecinos y nos encargamos de prepararlos, enseñarles valores y otras prácticas”, detalló.
Llamó a los jóvenes a sumarse a la Defensa Civil por entender que a través de lo que enseña la entidad se puede vivir.
La edad mínima para ingresar a la DC es 10 años, y sus voluntarios pueden permanecer en la institución hasta que su cuerpo le permita servir de alguna manera a la sociedad.