Al igual que en otros países de Latinoamérica en República Dominicana existe una serie de costumbres que solían hacerse en la Semana Santa, pero con el pasar del tiempo es notable que han quedado en el olvido de muchos de los dominicanos.
Tal es el caso de diversos hábitos o sacrificios religiosos que se cumplían, sin falta, durante el asueto.
Uno de estos consiste en no comer algunas carnes, específicamente los miércoles cenizas y viernes santos, así como los ayunos, viacrucis, visitas a los altares en las iglesias y penitencias. Tampoco se podía tener relaciones sexuales este día.
Era típica la prohibición de hablar fuerte el día que se conmemora la crucifixión de Jesús.
Con estas y otras tradiciones, que pasaban de generación en generación, se buscaba reflejar respeto por el acontecimiento.
En resumen, durante la Cuaresma se invita a la reflexión, al comedimiento y a la valoración de la pasión de Cristo, quien, narra la Biblia, fue crucificado, en una cruz y resucitó al tercer día, por la salvación de la humanidad.
Sin embargo, hoy en día muchos consideran que más que una Semana Santa es “todo lo contrario”, pues algunos utilizan estos días para tomar bebidas alcohólicas de forma desmedida porque al otro día no van a trabajar, para hacer parrilladas y comer todo tipo de carnes y alimentos, fiestas en piscina, así como para salir de viaje al exterior o para ir a las playas y ríos del país.
Como producto de estos excesos, podríamos enumerar datos oficiales del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que dicen que durante la Semana Mayor 2021, unas
507 personas resultaron intoxicadas por alcohol, de las cuales 38 fueron menores, en edades comprendidas entre los 10 y 17 años.
Además, se atendieron 241 personas por intoxicación alimentaria, según el Servicio Nacional de Salud (SNS).
Por suerte, hay tradiciones que aún se siguen cumpliendo como hacer habichuelas con dulces y compartirlas con los vecinos.